Tener la capacidad de confiar en los demás es una parte muy importante de nuestra vida. Es es ese tendón psíquico que nos confiere seguridad y la certeza de que podemos apoyarnos en ciertas personas para consolidar relaciones de cualquier tipo. La confianza es el pegamento de nuestros vínculos afectivos, familiares, de trabajo y cualquier tipo.
Si hay algo que todos sabemos es que cuando se conoce a una nueva persona, lo primero que valoramos es si es alguien en quien poder confiar. A menudo surgen dudas y reticencias, sobre todo si hemos tenido numerosas experiencias fallidas. La situación se puede volver aún más complicada si somos personas inseguras, con cierta ansiedad social y con escasas habilidades sociales.
La confianza y el permitirnos confiar en los demás nos permite vivir mejor e invertir en mayor bienestar psicológico. El poder construir relaciones más cercanas y significativas depende de nuestra capacidad (y habilidad) para propiciar con seguridad esta dimensión tan valiosa.
«Tienes que confiar en los demás aunque a veces traicionen tu confianza, pues de lo contrario la vida sería imposible».
Recuperar la confianza en ti para recuperarla en los demás
Entiende que las personas somos imperfectas. Esa imperfección debe ser tolerada en la medida de lo posible. Por tanto acepta también que tú como los demás, también eres falible.
- Acepta tus partes oscuras, desagradables y primitivas. Cambia lo que puedas, esfuérzate en dar siempre la mejor versión de ti.
- Trabaja en tu Inteligencia Emocional, transitando sobre todo en las emociones más complejas: el miedo, la rabia, la decepción… Cuando te alces como buen gestor de esas dimensiones aprenderás a confiar en ti mismo.
- Deja atrás el pasado, céntrate en el presente ahí donde se abren nuevas oportunidades.